La medicina indígena, tiene algo que la medicina occidental muchas veces no tiene, y es que esta es una medicina donde el arte de currar se junta con lo emocional o místico.
“Nadie está aislado, ni en el espacio, ni en el tiempo; por ejemplo, los ancestros forman parte permanentemente de la realidad vital” rezandero comunidad Emberá-Chamí
Ahora bien, la vergüenza a las poblaciones indígenas es el resultado de los intercambios cotidianos difíciles y rígidos entre los pobladores y se entiende como la somatización de las tensiones sociales siendo que la enfermedad y la vergüenza se vuelve en un elemento comunitario
Entonces podemos decir, que un mal asociado a la vergüenza, al bochorno público, puede dejar al afectado en un estado de postración durante semanas, y que si no se trata adecuadamente puede desembocar en una dolencia grave.
El no tratamiento con rituales enfocados en el uso la solución de estas problemáticas inevitablemente lleva a la muerte del sujeto siendo un concepto que la medicina occidental no abarca.
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